MEDICINA  BIORREGULADORA

La medicina biorreguladora es, como el propio laboratorio dice, un puente entre la medicina convencional y la homeopatía. Se puede decir que son productos homeopáticos pero que contienen una mínima concentración molecular de principios activos de origen biológico. A diferencia de la homeopatía, se pueden usar diferentes sustancias, no sólo una, en cada medicamento; y, a diferencia de la medicina convencional, no suprimen vías metabólicas propias del organismo, sinó que lo que hacen es estimular al propio organismo a sanar. Regulan las reacciones biológicas de manera natural.

Están exentos de efectos secundarios, se pueden usar conjuntamente con otras terapias tanto convencionales como alternativas, ayudando a reducir el tiempo de recuperación del animal.

Se usan en cualquier enfermedad: para estimular el sistema inmunitario, en procesos respiratorios, digestivos, para la reparación de tejidos dañados, en dolores e inflamaciones, etc...

Tienen calidad farmacéutica, y está avalada científicamente a través de múltiples estudios, comprobada su eficacia en dichos estudios.

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